Se reveló la razón de su despido del lugar.

En un episodio que ha captado la atención mediática y las redes sociales, el reputado diseñador y figura influyente Santiago Artemis se vio envuelto en un escándalo tras ser invitado a dejar un boliche en Palermo durante las primeras horas del sábado. Los videos del incidente pronto se dispersaron, dando paso a un revuelo que ha mantenido a la opinión pública dividida sobre las razones de lo ocurrido.

En la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, la cuenta de @elejercitodeLAM, liderada por el periodista Pepe Ochoa, compartió imágenes de Artemis en la entrada de un boliche en el Paseo de la Infanta, donde un pasado de heridas abiertas copó el ambiente, derivando en su eventual salida bajo un manto de controversia.

El posteo narraba un escenario de tensión tras el encuentro de Artemis con dos individuos que alegaron haber sufrido maltratos a manos del diseñador en el pasado, convirtiendo el encuentro en una atmósfera de discordia. En los videos, se evidencia cómo el influencer es exhortado a dejar el recinto, en un estado de vulnerabilidad sentado en el piso, con evidente angustia y calzando una singular bota rota.

Una de las voces que aliviaría el misterio fue la de un miembro de la seguridad del lugar, acusando a Artemis de lanzar botellas, lo que concluyó en su desalojo del predio. Capturado por el lente público, se mostró al joven caminando descalzo por el icónico Paseo de la Infanta.

El domingo siguiente, Santiago salió en su defensa a través de un sentido video compartido en su cuenta de Instagram, donde más de 600 mil seguidores tuvieron la oportunidad de oír su versión. Con genuina conmoción, explicó que asistió a la fiesta tras años de reclusión de tales eventos sociales, pero que al intentar aprovechar la noche, solo encontró hostilidad y ataques no solicitados.

Artemis narró cómo, tras recibir vodka en su espalda y ser empujado, causó la ruptura de sus preciados tacones, dejándolo aún más expuesto a quienes buscaban señalarlo. Justificó su caída como producto de la mala fortuna aquellas noches y se opuso a las suposiciones de estar sumido en un estado impropio durante el conflicto actoral que lo rodeó.

Sin embargo, una investigación del diario Clarín, en contraste con las palabras de Artemis, recopiló testimonios de testigos presentes en la fiesta Rheo, arrojando nueva luz con múltiples testimonios contradictorios que variaron la narración oficial de los hechos.

Algunos observadores en el evento narraron como sus encarnaciones, significativas en exceso etílico, llevaron a altercados con la seguridad del lugar, resultando en su remoción forzada. Otra persona describió incidentes en el ámbito VIP, donde presuntamente intentó agredir al DJ.

Anotaciones posteriores trazaron un cuadro de comportamiento inapropiado, mansillado por acciones impulsivas y, a menudo, descrito como violento. Mientras que en X, una comunidad virtual se alinió para verificar lo abundante de los incidentes reportados, añadiendo una capa de incredulidad a la versión personal del diseñador.

A modo de conclusión, las horas que siguieron al incidente con Santiago Artemis manifestaron un frágil ejercicio en intento de control narrativo, donde versiones opuestas chocan, y las sombras del espectáculo muestran su lado más humano y falible. En una danza entre percepción y realidad, el juicio queda, por ahora, en manos de la plebeya corte de la opinión pública.